IDEA VILARIÑO (1920-2009)



















DECIR NO

Decir no
decir no
atarme al mástil
pero
deseando que el viento lo voltee
que la sirena suba y con los dientes
corte las cuerdas y me arrastre al fondo
diciendo no no no
pero siguiéndola.


DESPUES

Es otra
acaso es otra
la que va recobrando
su pelo su vestido su manera
la que ahora retoma
su vertical
su peso
y después de sesiones lujuriosas y tiernas
se sale por la puerta entera y pura
y no busca saber
no necesita
y no quiere saber
nada de nadie.


EL OLVIDO

Cuando una boca suave boca dormida besa
como muriendo entonces,
a veces, cuando llega más allá de los labios
y los párpados caen colmados de deseo
tan silenciosamente como consiente el aire,
la piel con su sedosa tibieza pide noches
y la boca besada
en su inefable goce pide noches, también.

Ah, noches silenciosas, de oscuras lunas suaves,
noches largas, suntuosas, cruzadas de palomas,
en un aire hecho manos, amor, ternura dada,
noches como navíos...

Es entonces, en la alta pasión, cuando el que besa
sabe ah, demasiado, sin tregua, y ve que ahora
el mundo le deviene un milagro lejano,
que le abren los labios aún hondos estíos,
que su conciencia abdica,
que está por fin él mismo olvidado en el beso
y un viento apasionado le desnuda las sienes,
es entonces, al beso, que descienden los párpados,
y se estremece el aire con un dejo de vida,
y se estremece aún
lo que no es aire, el haz ardiente del cabello,
el terciopelo ahora de la voz, y, a veces,
la ilusión ya poblada de muertes en suspenso.
CECILIA PODESTÁ CÁRDENAS. PERÚ (1981)



















I

Tu padre es otra cuchara vacía que cae de la mesa y nos despierta. Mi padre es el alicate oxidado que cae del cuerpo de su detenido. Cuando terminan el hombre tiene menos dientes y un trapo en el ano introducido con violencia.


IV

Tres golpes agudos contra el piso describen la caída de una cuchara. Un golpe seco contra el suelo al alicate del torturador. Ahora yo escucho a mi padre. Camina por toda la casa hasta que nos encuentra desnudos y observa nuestros pies apenas descubiertos sobre la cama. Pero no es él. No le está permitido entrar. Los muros crecen aquí tan alto como los árboles de tu hospital

Solo estamos tú y yo, escondidos, desnudos y dormidos.

Cierro el ojo que quedaba abierto y vuelvo a dormir sobreviviendo a mi apellido. Padre e hija se pudren bajo el mismo nombre.



IX

Llueve sobre la pista de aterrizaje. Llueve sobre mi ombligo. El agua desmorona el pabellón de tu padre y nos expulsa. Tus patas han aterrizado en el último lugar: mi cuerpo dentro de una gran bolsa negra. Las olas fueron más grandes que los muros y los árboles. Lo cubrieron todo. Nos escondimos dentro del último de los aviones arrastrado apenas por el agua y la fiebre. Nuestras cabezas hierven contra la frente del otro. Te beso y abro mi cuerpo. Tu boca es ahora el centro de mi cuerpo, de mis piernas y mis palabras. Terminamos dentro de otro pabellón después de las plegarias mudas de dos chicos recostados, destruidos, desnudos y dolorosos. Tu cabeza es mía y descansa su vuelo sobre mi pecho. Hundo mis manos en tu pelo negro. Yo te amo.



5

Escribo y me arrastro a la única fosa posible: la boca de mi amante joven y dudoso.

Ahí cabemos yo y mi escritura expulsadas de todas las otras fosas en las que vivos y muertos sabrán siempre quien soy yo: la hija del que explotó una granada en el cuerpo moribundo de Santos, el periodista. La hija del que sodomizo a una chica antes de que uno de los muchachitos hambrientos con uniforme militar la desvirgara teniendo pena de ella pero dejándola al resto, ya saciado.

De El pabellón de los aviones
ROQUE DALTON. EL SALVADOR (1935-1975)



















ESTUDIO CON ALGO DE TEDIO
                                                    
                                 “Clov: -Llora…
                                 Hamm: -Luego vive”.
                                 (Diálogo de “Fin de Partida” de Beckett.)

Tengo quince años y lloro por las noches.
Yo sé que ello no es en manera alguna peculiar
y que antes bien hay otras cosas en el mundo
más apropiadas para decíroslas cantando.
Sin embargo hoy he bebido vino por primera vez
y me he quedado desnudo en mis habitaciones para sorber la tarde
hecha minúsculos pedazos por el reloj.
Pensar a solas duele. No hay nadie a quien golpear. No hay nadie
a quien dejar piadosamente perdonado.
Está uno y su cara. Uno y su cara
de santón farsante.
Surge la cicatriz que nadie ha visto nunca,
el gesto que escondemos todo el día,
el perfil insepulto que nos hará llorar y hundirnos
el día en que lo sepan todo las buenas gentes
y nos retiren el amor y el saludo hasta los pájaros.
Tengo quince años de cansarme
y lloro por las noches para fingir que vivo.
En ocasiones, cansado de las lágrimas,
hasta sueño que vivo.
Puede ser que vosotros no entendáis lo que son estas cosas.
Os habla, más que yo, mi primer vino mientras la piel que
sufro bebe sombra…

De La ventana en el rostro (1961)


ALGUNAS NOSTALGIAS

Encallecido privilegio este orgulloso sufrir,
no se rían.
Yo, que he amado hasta tener sed de agua, luz sucia;
yo que olvidé los nombres y no las humedades,
ahora moriría fieramente por la palabrita de consuelo de un ángel,
por los dones cantables de un murciélago triste,
por el pan de la magia que me arrojara un brujo
disfrazado de reo borracho en la celda de al lado…


CINCUENTA ANIVERSARIO

Un hombre sale al patio trasero de su casa
(ahí no llega nunca el duro viento del otoño)

tiene en sus manos una pequeña copa de aguardiente
y se mesa con cariño el cabello
aquí las canas del hambre
aquí las de aquel día en que fue héroe
entre miles de héroes
aquí las huellas del asco
las señales de quien tocó con dedos jóvenes la grandeza
las del temor
la de la inmensa alegría
las del todopoderoso conocimiento.

En el fondo del cielo luce una estrella
que él llama esperanza

el hombre alza su copa
y bebe.


LAS FEAS PALABRAS

En la garganta de un beodo muerto
se quedan las palabras que despreció la poesía.

Yo las rescato con manos de fantasma
con manos piadosas es decir
ya que todo lo muerto tiene la licuada piedad
de su propia experiencia.

Furtivamente os las abandono:
feas las caras sucias bajo el esplendor de las lámparas
babeantes sobre su desnudez deforme
los dientes y párpados apretados esperando un bofetón.
Amadlas también os digo. reñid a la poesía
la limpidez de su regazo.
Dotadlas de biografía ilustre.
Limpiadles la fiebre de la frente
y rodeadla de serenas frescuras
para que participen también de nuestra fiesta.

 
LOS BUROCRATAS

Los burócratas nadan en un mar de aburrimiento tempestuoso.

Desde el horror de sus bostezos son los primeros asesinos de la ternura
terminan por enfermarse del hígado y mueren aferrados a los teléfonos
con los ojos amarillos fijos en el reloj.

Los burócratas tienen linda letra y se compran corbatas
sufren síncopes al comprobar que sus hijas se masturban
deben al sastre acaparan los bares
leen el Reader’s Digest y los poemas de amor de Neruda
asisten a la ópera italiana se persignan
firman los pliegos nítidos del anticomunismo
los hunde el adulterio se suicidan sin arrogancia
tienen fe en el deporte se avergüenzan
se avergüenzan a mares
de que su padre sean un carpintero.

De El turno del ofendido (1962)


MEGALOMANIA 

Federico II con todo y ser emperador de los altivos alemanes
fue excomulgado por el Papa de entonces:
es que hizo obligatorio el estudio de la medicina a los médicos
antes que cobrasen por recetar infusiones
o extirpar carne de la carne del hombre.
A Miguel Servet lo excomulgaron poco antes
de hacerlo coincidir con la ceniza:
dicen que para apresurar las condiciones
de seguir discutiendo las intrépidas ciencias en la cómoda eternidad.

Martín Lutero creyó que Dios Padre sufría del hígado divino
viendo que por entre las nubes cómo los curas gordos correteaban
por los barrios de las ciudades en provechosa venta
de indulgencias pagadas al contado.
Excomulgado fue por defender el hígado de Dios.

Acciones tan maravillosas tendría yo que hacer
flaco, débil, el ojo taciturno, el aspecto abolido
para que también me excomulgasen
dejando a salvo mi honrada vanidad para siempre.


LO QUE ME DIJO UN ANARQUISTA ADOLESCENTE 

(Este proyecto no es original. me fue comunicado
por E.B., obispo en sus ratos de ocio, quien a su
vez lo recibió de los labios del anarquista adolescente
que menciono, de oficio retratista.)
 
No matéis a los curas, pueblos que despertáis y caéis en la cuenta
de la estafa más grande que edad alguna oliera.

Por el contrario estimulad su cría
cebadlos uno a uno con esmero acucioso.
Así podréis ir luego montados en curas gordos al trabajo
la gasolina siempre tiende a subir,
dejadlos amarrados a la puerta del bar,
decir oh desdeñoso ancestro que os resurge
que el vuestro está más brioso que los otros mostrencos.
Los domingos llevaremos a los niños a las carreras de los curas
único lugar de azar que será permitido
en las cuales brillarán los descendientes pura sangre de los obispos.

Habrá curas de tiro y carga, curas trotones, curas sementales,
y tendrán los establos olor a santidad.

Los curas inservibles serán embalsamados
y vendidos como adornos de salón:
la tonsura podría servir de cenicero.

De El turno del ofendido (1962)

 
MIRADOR

Ese es un horizonte que hace decir:

«Yo porto la soberbia
las rojas plumas del orgullo
robadas en el nido del fuego.»

Que hace decir:

«Soy grande y hermoso
y satisfecho de lo que puedo hacer
como el más pobre
como el peor de los hombres.»

Que hace decir:

«A nada temo sino a la cobardía
nada me hace llorar sino el amor.»


LA CRUZ

¿Quién es ese extraño Dios?
¿Ese que ahora véndennos
rigurosamente medido?

¿Por qué desde su dura cruz
dicen que exige nuestro odio?
¿Por qué a su cielo único y solitario
no pueden subir nuestras bellas serpientes de colores
nuestros jóvenes hijos embriagados
en la celebración de sus bodas secretas?

Ya con el látigo bastaba
ya con el hambre el nudo nos rompe
la furia del mosquete
ya con la vehemencia de la espada
buscándonos la raíz del aliento.

Pero tenían que llegar hasta el altar de piedra
pisar el rostro de la fe que juramos
al bosque en la primera lluvia de nuestra juventud.

Pero tenían que vencer a nuestros dioses
escupirlos vejarlos
hundirlos en el lodo de la vergüenza
abrir la desnudez de hierba y agua
de su infancia inmortal
a nuestros ojos torpes ya iniciados
por brillantes baratijas
en la codicia ingenua del asombro.


RITO PARA QUE NAZCA UNA FLOR EN LA GRAN PIRÁMIDE

Aquí te dejo este buchito de agua
pirámide del sol en la cúspide
para ayudarte contra la calcinación del mediodía
la vejación de ese rayoso dios que es antigua en tu contra

Todos te pisan y traen polvo
abofetean con los pies tu gran hinchadura de piedra
te arañan y te orina en idiomas molidos
pero nadie recuerda que la frescura fue tu mejor ceremonia

Por eso te traigo este buchito de agua
el río y yo te lo depositamos en la frente
para que sonrías y pronuncies una flor.

ROTURADORES

(Hotel Leningradskaia, Moscú, 1957)

Leías poemas de Kipling (púdicamente traducidos)
y comía caviar rojo
de ese que llamo el decepcionante
y en general me sentía sofocado
entre las cuatro paredes irresistible que me imponía la soledad.

El viejo aburrimiento de San Salvador
era cizaña fértil en el verano de Rusia.

Pero las estaciones donde el vapor furioso
irrumpía en los corredores de la niebla
las aglomeraciones de muchachos rosados
iniciaban su gran promesa de conquistadores.

La madrugada nacía con flores en las manos.

De Los Testimonios (1964)


EL GRAN DESPECHO

País mío no existes
sólo eres una mala silueta mía
una palabra que le creí al enemigo.

Antes creía que solamente eras muy chico
que no te alcanzaba a tener de una vez
Norte y Sur
pero ahora sé que no existes
y que además parece que nadie te necesita
no se oye hablar a ninguna madre de ti

Ello me alegra
porque prueba que me inventé un país
aunque me deba entonces a los manicomios

Soy pues un diosecillo a tu costa

(Quiero decir: un expatriado yo
tú eres ex patria)


EL VERANO

Siento las quemaduras
(«soy un remoto puerto»)
del verano que crece:
maduran su ley secreta los venenos
del reptil,
pesa
la sangre de las cosas.
Los vigilantes hablan de mujeres,
aceitan sus pistolas oscuras,
cantan...

Yo
comienzo a echar piojos.


DECIRES

«El marxismo-leninismo es una piedra
para romperle la cabeza al imperialismo
y a la burguesía.»

«No. El marxismo-leninismo es un goma elástica
con que se arroja esa piedra.»

«No, no. El marxismo-leninismo es la idea
que mueve el brazo
que su vez acciona la goma elástica
de la honda que arroja esa piedra.»

«El marxismo-leninismo es la espada
para cortar las manos del imperialismo.»

«Qué va! El marxismo-leninismo es la teoría
de hacerle la manicura al imperialismo
mientras se busca la oportunidad de amarrarle las manos.»

¿Qué voy a hacer si me he pasado la vida
leyendo marxismo-leninismo
y al crecer olvidé
que tengo los bolsillos llenos de piedras
y una honda en el bolsillo de atrás
y que muy bien me podría conseguir una espada
y que no soportaría estar cinco minutos
en un Salón de Belleza?


YA VES COMO

                                                      (De México, 1961)

Ya ves cómo de todo lo que esperabas
ayer en las tertulias de la Facultad
sólo has venido a ser un gran amor del exiliado.

Tú que ibas a irte con príncipes
de fiesta por Europa que ibas a heredar
a tres o cuatro viejos honorables
tú la del coche envidiado y el traje de piel olorosa
tú la de grandes brazaletes de plata
pero sobre todo tú la de los ojos más bellos
en toda la extensión de la ciudad
ahora estás dormida
en los brazos del pobre solitario.

Yo veo la crucecilla brillante en tu pecho
mi retrato de Marx en la pared
y creo que la vida a pesar de todo es bellísima.


EL HOMBRE DEL ORDEN

Soy viejo
viejo como vuestra esperanza
me da risa.

Yo estuve con un sable (pero añorando las
ametralladoras)
entre los Voluntarios de Fernando VII
bastó un poco de alcohol ¿fue en 1814? y maté con un palo
a un muchachito en la Universidad.

Yo fusilé a un tal Farabundo Martí a un tal Gerardo Barrios
hace sólo unos días
y aplaudí a Cuaimichín
cuando ordenó la tortura de Fidelina Raymundo.

Yo iba a escribir un himno de la Guardia Cívica
fue cuando lo de Francisco Morazán el líder comunista
pero había bastante que matar.

Y sigo joven
duro de soportar cuando golpeo.

Sangre de vuestra sangre es mi antigüedad y mi memoria.

Yo soy de allá vosotros
yo qué culpa.


O.E.A.

El Presidente de mi país
se llama hoy por hoy Coronel Fidel Sánchez Hernández.
Pero el General Somoza, Presidente de Nicaragua,
también es presidente de mi país
y el General Stroessner, Presidente del Paraguay,
es también un poquito Presidente de mi país, aunque menos
que el Presidente de Honduras o sea
el General López Arellano, y más que le Presidente de Haití,
Monsieur Duvalier.
Y el Presidente de los Estados Unidos es más Presidente de mi país
que el Presidente de mi país,
ese que, como dije, hoy por hoy,
se llama Coronel Fidel Sánchez Hernández.


BUSCÁNDOME LÍOS

La noche de mi primera reunión de célula llovía
mi manera de chorrear fue muy aplaudida por cuatro
o cinco personajes del dominio de Goya
todo el mundo ahí parecía levemente aburrido
tal vez de la persecución y hasta de la tortura diariamente soñada.

Fundadores de confederaciones y de huelgas mostraban
cierta ronquera y me dijeron que debía
escoger un seudónimo
que me iba a tocar pagar cinco pesos al mes
que quedábamos en que todos los miércoles
y que cómo iban mis estudios
y que por hoy íbamos a leer un folleto de Lenin
y que no era necesario decir a cada momento camarada.

Cuando salimos no llovía más
mi madre me riñó por llegar tarde a casa.

De Taberna y otros lugares (1969)


35 AÑOS
                               I

Pero la castidad, vieja hedionda, serpiente seca,
visita que hemos de esquinar y confundiremos con la muerte
es una sentencia que al fin y al cabo
alguien tiene que merecer.

Mañana es viernes.
No tentarás a tu señor.

                                II

Una de las caras del amor es la muerte,
en el humo de esta época eternamente juvenil.

¿Qué me queda ante ti sino la perplejidad de los reyes,
los gestos del aprendizaje ante la crecida del río,
las huellas de la caída de bruces entre la ceniza?

La propia juventud decrece
y trota la melancolía como una mula.


LA JOIE DE AIMER

No me ames
para agotar tu destino.

No me ames
con la fe de construir una tragedia contemporánea.

Ríete a todas luces, cariño.

Ríe en toda esta etapa de bella vecindad.

Ríete, ríete,
aunque sea de mí.



LO QUE FALTA

...la otra parte, como persona,
se ha convertido en una necesidad para él...
Marx


«Los clásicos son interesantes»:
blasfemia mía de ayer, al salir de ver Romeo y Julieta.

Hoy aumentó la cuota de tomates para ensalada
y aparecieron unas acelgas enormes.

El pan sobra, los huevos alcanzan, el arroz y los frijoles
aburren como las cataratas.

La escasez da un poco de hambre mental
y muchísima de la otra, decía ayer el gordo Flores.

Pero con la merluza y dos bistecs
dejaremos atrás la semana.
Lo que verdaderamente falta en Cuba
eres tú.

De El amor me cae más mal que la primavera (1969-1973)



LAS MUJERES

(De “El siglo de la investigación criminal”, de Thorwald.)

En una de las cartas que Eleanor
le había enviado,
se lo leyó lo siguiente:
«Sé que hay muchachas con el cuerpo mejor formado,
pero esto no me preocupa.
Yo gozo de la mayor felicidad:
eres un hombre digno y nuestro amor
es profundo, verdadero, eterno.
Mi corazón es tuyo, mi vida es tuya.
Puede que mi cuerpo no sea bello.
Puede que mi cuerpo no sea bella,
pero yo te pertenezco para siempre...»

El forense se limitó a comprobar que en la herida de Eleanor Mills
había larvas de gusanos y que, por ello,
el cadáver tendría ya uno o dos días.

Él
ha logrado escapar, hasta el momento.

De Un libro levemente odioso (1970-1972).
ADRIANA LÓPEZ - POETA MAYA TSELTAL









SIJTS’

X-Ajaw te yakubteson sok te st’ujbilale.
Ja’ la smukbon jsit k’alal alalonto-a
K’alal te jme’e yot’anax swayteson
Yu’un jich ya xiwtes bael-a ta sk’ajk’al sitile.

Sok te sch’ababet ta sbajtel k’inal
Ya smakbon te k’aal jich bit’il pixil
Ja’nix jich ya me speton ta sikil k’inal.

Ta jujun rominko ya smukbon jmul
K’alal jpok sok sk’op kajualtik te binti jkujch’in
Yu’un jich ma jmajuley jba sok te snujk’ulel woklajel.

Ya jst’ikbeytik smul te sbiile
Melel ja’ yak’ x-a’anon sok te jwayichiletike,
Banti xpaxaj te sna’jibal ku’une.

Janixme-a,
Te ya sts’ujetsbon yalal kijk’atse
K’alal yakalon bael ta sleel te banti ya xk’otone.

REBOSO

Es una diosa que se embriaga con la belleza.
Ella oculta el rostro del recién nacido
mientras su madre lo arrulla
para espantar el mal de ojo.

Con su deseo de silencio eterno,
cobija del sol como un sombrero
y me abraza cálida en mis días fríos.

Me tapa los pecados en cada domingo
cuando lavo culpas con padres nuestros
para no condenarme al látigo eterno del tormento.

Su nombre es un pretexto
que me acurruca para dialogar con mis sueños,
donde deambulan los recuerdos.

Y es la misma,
que anudada a mi pecho aligera la carga
mientras voy en busca de mi destino.

YA'LEL PUKETIK

Aka xch’oj lok’el bayal puyetik te nab
yu’un yich’ bonel bats’il nopjibbaletik
sok sbonojibal te smon k’eluyeletik.
Aka spas yach’il namal wayichiletik sok te stujb buts’an yik’,
k’unk’unuk xch’albey sk’op uma’ pak’etik
nichimetik te yak’bey sbujts’ kuxlejal ta sikil kinal.

SAVIA DE CARACOLAS

Que arroje los mares púrpuras a cúmulos
para teñir memorias míticas
con su tono que seduce la vista.
Que su perfumada saliva invente fantasías,
adorne sin prisa lenguajes de telas mudas,
flores que en el invierno curte la vida.

SNIUYEL WAYICHILETIK

Ta sonil animajel sk’ab
sniuy na’jibal te ants
swenta kuxlejalil te ch’ayemix ta ot’anil.
Ta jujun sutetel sjojk’an sba k’ayojetik
snitbey yak’ul kuxlejalil,
jich yakal ta sniuyel wayichiletik
te sk’ejbey slok’onbail sujt’esel.


HILANDO SUEÑOS

Al ritmo de veloces manos
la hilandera gira recuerdos
de olvidadas historias.
A cada vuelta cuelga cantares,
sujeta el cordel de la existencia;
así va hilando sueños
que guardan huellas del retorno.


JABIL PAK

Leknax wayichinon.
Ja’ jich sok spisil te boniletike
x-ach’ub ta jk’ab te balumilale,
oranax la stak’ jal te batsil pak’
ta yolil snaul xch’ajlel te bayal sok sba
te yotik into ya spasbey slok’onbail jbiil
te ya sjeluley sba ta jujun k’aal.

Sok cholochol sna’jibal ot’anil
la jch’al te kuxlejalil ta sjalbil u,
la jsts’isbey te chaoxchajp sbonil wayichil
jich wojt’ te jalbil pak’ ta yolilal sbik’tal jk’ab.

Ay me ya xtuun ta k’in,
ay me sk’u’in te abatetik sok jalame’tiketik,
sok ay me te ya xtuun ta rominko k’alal xbootik ta ch’iwich.

Ch’ul pak’,
Yot’an jal pak’
Snujk’ulel nopjibal te xkuxin ta sbajtel k’inal.

HUIPIL

Fue un sueño.
Y entonces con todos los colores
el mundo se renovó en mis manos,
con una trama pude brocar prodigios
entre necias grecas
que dibujan hoy mi nombre
distinto al de todos los días.

Con hileras de recuerdos
pinté la vida en el telar de la luna,
bordé los colores del sueño
y floreció mi huipil entre mis dedos.

Los hay de gala,
ajuar de santas y vírgenes,
y para el mercado de los domingos.

Manto ritual,
corazón de artesana,
piel inmortal de la memoria
ROBERTO JUARROZ. ARGENTINA (1925-1995)















ASÍ COMO NO PODEMOS...

Así como no podemos
sostener mucho tiempo una mirada,
tampoco podemos sostener mucho tiempo la alegría,
la espiral del amor,
la gratuidad del pensamiento,
la tierra en suspensión del cántico.

No podemos ni siquiera sostener mucho tiempo
las proporciones del silencio
cuando algo lo visita.
Y menos todavía
cuando nada lo visita.

El hombre no puede sostener mucho tiempo al hombre,
ni tampoco a lo que no es el hombre.

Y sin embargo puede
soportar el peso inexorable
de lo que no existe.


DETENER LA PALABRA...

Detener la palabra
un segundo antes del labio,
un segundo antes de la voracidad compartida,
un segundo antes del corazón del otro,
para que haya por lo menos un pájaro
que puede prescindir de todo nido.

El destino es de aire.
Las brújulas señalan uno solo de sus hilos,
pero la ausencia necesita otros
para que las cosas sean
su destino de aire.

La palabra es el único pájaro
que puede ser igual a su ausencia.


HEMOS AMADO JUNTOS TANTAS COSAS...

Hemos amado juntos tantas cosas
que es difícil amarlas separados.
Parece que se hubieran alejado de pronto
o que el amor fuera una hormiga
escalando los declives del cielo.
Hemos vivido juntos tanto abismo
que sin ti todo parece superficie,
órbita de simulacros que resbalan,
tensión sin extensiones,
vigilancia de cuerpos sin presencia.
Hemos perdido juntos tanta nada
que el hábito persiste y se da vuelta
y ahora todo es ganancia de la nada.
El tiempo se convierte en antitiempo
porque ya no lo piensas.
Hemos callado y hablado tanto juntos
que hasta callar y hablar son dos traiciones,
dos sustancias sin justificación,
dos sustitutos. Lo hemos buscado todo,
lo hemos hallado todo,
lo hemos dejado todo. 
Únicamente no nos dieron tiempo
para encontrar el ojo de tu muerte,
aunque fuera también para dejarlo.


NO SE TRATA DE HABLAR...

No se trata de hablar,
ni tampoco de callar:
se trata de abrir algo
entre la palabra y el silencio.
Quizá cuando transcurra todo,
también la palabra y el silencio,
quede esa zona abierta
como una esperanza hacia atrás.
Y tal vez ese signo invertido
constituya un toque de atención
para este mutismo ilimitado
donde palpablemente nos hundimos.


NO TENEMOS UN LENGUAJE

No tenemos un lenguaje para los finales,
para la caída del amor,
para los concentrados laberintos de la agonía,
para el amordazado escándalo
de los hundimientos irrevocables.
¿Cómo decirle a quien nos abandona
o a quien abandonamos
que agregar otra ausencia a la ausencia
es ahogar todos los nombres
y levantar un muro
alrededor de cada imagen?
¿Cómo hacer señas a quien muere,
cuando todos los gestos se han secado,
las distancias se confunden en un caos imprevisto,
las proximidades se derrumban como pájaros enfermos
y el tallo del dolor
se quiebra como lanzadera
de un telar descompuesto?
¿O cómo hablarse cada uno a sí mismo
cuando nada, cuando nadie ya habla,
cuando las estrellas y los rostros son secreciones neutras
de un mundo que ha perdido
su memoria de un mundo?
Quizá un lenguaje para los finales
exija la total abolición de los otros lenguajes,
la imperturbable síntesis
de las tierras arrasadas.
O tal vez crear un habla de intersticios,
que reúna los mínimos espacios
entreverados entre el silencio y la palabra
y las ignotas partículas sin codicia.



POESÍA VERTICAL 3

¿Por qué las hojas ocupan el lugar de las hojas
y no el que queda entre las hojas?
¿Por qué tu mirada ocupa el hueco que está delante de la razón
y no el que está detrás?
¿Por qué recuerdas que la luz se muere
y en cambio olvidas que también muere la sombra?
¿Por qué se afina el corazón del aire
hasta que la canción se vuelve otro vacío en el vacío?
¿Por qué no callas en el sitio exacto
donde morir es la presencia justa
suspendida del árbol de vivirse?
¿Por qué estas rayas donde el cuerpo cesa
y no otro cuerpo y otro cuerpo y otro?
¿Por qué esta curva del porqué y no el signo
de una recta sin fin y un punto encima?


              14

Callar algunos poemas,
no traducirlos del silencio,
no vestir sus figuras,
no llegar ni siquiera a formarlas:
dejar que se concentren como pájaros inmóviles.
en la rama enterrada.

Solo así brotarán otros poemas.
Solo así la sangre se abre paso.
Solo así la visión que nos enciende
se multiplicará como los panes.

Los poemas acallados
nos prueban que el milagro es siempre joven.
Y al final, cuando todo enmudezca,
tal vez esos poemas
hagan surgir también otro poema.


                 8

De dónde nos viene esta veta de material gastada,
esta espiral de cansancio siempre en acecho,
esta zona de pergamino enfermo
que sin aviso nos desabotona el saco,
nos afloja el brazo,
nos turce de repente los ojos
o nosh ace callar en la mitad de una palabra.
De dónde nos viene este ariete superior,
esta fisura ubicua,
bautista del agujero eterno.
De dónde esta filiforme anticipación
que se nos cuela como el revés de la ternura de una amante
y nos empuja un poco más el párpado,
nos roba lo que íbamos a decir
o nos calca el derroche de los rostros.
De dónde esta humorada, esta espuma de jabón del abismo,
este rapto ínfimo,
este buche de la muerte,
esta ocasión de meter el dedo en la grieta
que esculpe subrepticiamente la piel interior de cuanto existe.
Un minúsculo monigote, un dios enano
anda rondando el pecho enfermo
de esta minúscula claridad que llamamos vida.
Habría que cortarle las manos.
O habría que clausurar la claridad.

De Segunda poesía vertical.