SANTIAGO ELORDI. CHILE (1961) |
VENGO DE CIUDADES DEL NORTE
Vengo de ciudades del norte nevado
Recorriendo calles tras la pista de los cuervos
Que engullen basura a la orilla de los lagos
Vengo de Carolina y de la elegante Boston
Del puerto de Salem donde vuelan brujas
Remontando el cielo en escobas voladoras
Vengo huyendo del blanco espanto
Que atrapa mendigo en los muelles
Forrado hsta los sueños
con un largo abrigo de oso
entre tormentas de granizo
Que se estrellan contra el parabrisas
Por los pasos perdidos de Norteamérica.
De No sé si volveré este invierno (Poemas de viaje), 2002.
LO PRIMERO QUE HICE
Lo primero que hice en la estación
Fue llamar a Joe al negocio de cristales
Joe Morteiru, el soplador de vidrios
El apostador de caballos
"Bienvenido a Río de Janeiro, paisano
En la quinta a Quick Love no lo para nadie"
Y tomé un taxi directo al hipódromo
Y aposté todo lo que traía...
En la noche celebramos con Joe y sus amigos
Con Drummo, el chico O´Connors y los otros
Subimos a los cerros a probar salsas africanas
Brindamos por Quick Love y los caballos muertos
Meditarráneo, Saturno y la yegua Shangri-La
Y bajamos cantando hasta la playa
Como sultanes en un carro
Tirado por más de 200 elefantes.
De No sé si volveré este invierno (Poemas de viaje), 2002.
CUANDO UN PAJARO NEGRO ALETEA
Cuando un pájaro negro aletea en la ventana
Anuncia la venida de extranjeros
Pero este invierno no ha dejado huellas en la nieve
Los ovejeros de Tierra del Fuego juegan
Las largas partidas de Truco y esperan
prenden radios a pila y escuchan
rabcheras y radioteatros de terror
Afuera los pumas beben sangre de capones
Los ovejeros cuando termine el invierno
Bajarán a las cantinas de Porvenir
Y se acostarán largas noches con las putas
Los ovejeros viven en la Edad Dorada
En un interminable país poblado de ovejas
Que no han comido del árbol de la ciencia
Los ovejeros de Tierra del Fuego
Bajo el templo de los truenos
No dejarán descendientes
Sólo cruces bajo el cielo
Sin fondo de la Patagonia.
De No sé si volveré este invierno (Poemas de viaje), 2002.
VOLABAMOS A 6.000 PIES
Volábamos a 6.000 pies sobre los bosques
Sobre arrozales decíamos:
"Esta pasón llena la cabina"
Pero cuando aterrizaba la avioneta
Miraba el reloj y subía a su auto
Para volver a los mismos pensamientos
A la misma ciudad
A toda velocidad por la costanera
Donde el cielo siempre quedaba fuera.
De No sé si volveré este invierno (Poemas de viaje), 2002.
NOS SENTIAMOS LA ENVIDIA
Nos sentíamos la envidia de Dios
Usábamos el pelo tan largo
Nunca nos ganamos el pan
Sólo nuestra propia vida
Y eso era hermosos como las huellas
Que las serpientes dejan en la arena
Pasamos largas temporadas en islas
Tomando el sol y bañnándonos en el mar
De vez en cuando comerciando espejos
Como soldados que vuelven de la guerra
Algunos amores disfrutaron
Las ganancias fueron enormes como el cielo
Hasta que un día lo perdimos todo
Los sueños, las palabras y la juventud
Y de regreso nadie salió a recibirnos
A la sombra de los árboles nos tendimos
A leer antiguas cartas del oriente
Amigos: es verdad lo que dicen de nosotros
Estamos perdidos
Pero nada hay que defender
Detrás del mundo
El viento sigue soplando.
De No sé si volveré este invierno (Poemas de viaje), 2002.
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